30.10.06

Cancún no es lindo...

... se mire por donde se mire. De hecho Cancún no es. La Zona Hotelera invade, de lado a lado, los kilómetros que separan el pueblo del mar.

En la punta de la pequeña península que se forma al final, un restauran se camufla detrás de un trozo de baja selva. Allí es donde suelen llegar a comer los pescadores; los otros pocos visitantes que llegan suelen hacer siempre una misma pregunta al mesero: ¿Qué es aquel imponente edificio naranja del otro lado de la orilla? Dos lanchas blancas custodian por mar la playa en donde se alza el rancho. “Es casa presidencial. Mayormente Fox llegaba el primero de mayo y pasaba allí tres o cuatro días nomás. A poco lo vemos, nosotros. Si llega acá a comer trae sus propios cocineros y uno se desaparece”.